El miedo es una de las cinco emociones fundamentales del ser humano, y según estudios psicológicos existen más de 7.000 temores que podemos sentir a lo algo de la vida. Es cierto que hay un temor natural que nos lleva a escapar del peligro y preservar la vida, pero hoy hablaremos sobre el miedo bajo una perspectiva espiritual, porque el miedo es un espíritu y nunca viene a nuestras vidas de parte Dios. “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina” 2 Timoteo 1:7
Cuando dejamos que el espíritu de temor toque nuestras emociones y permanezca en nuestras vidas a través de lo que pensamos y confesamos, nos convertimos en un imán que atrae lo malo. Así como la fe atrae todo lo que Dios tiene preparado para nosotros, el miedo atrae destrucción. “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía. No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado…” Job 3: 25-26
¿Cómo trabaja el miedo en nuestras vidas?
El miedo nos proyecta un futuro mentiroso como si fuera una realidad a través de nuestra imaginación.
El espíritu de temor es capaz de crear escenarios ficticios que afectan nuestras emociones, incluso nuestro cerebro cree que es cierto lo que imagina y podemos terminar hasta llorando, aunque aún no haya pasado nada. Examínate, ¿Eres de los que temen lo que pueda pasar en el futuro?
El temor no es natural en nosotros, decir “soy nervioso (a)”, “soy tímido (a)”, “soy introvertido (a)” son sólo disfraces del miedo, en ningún temperamento o personalidad está contemplado tener miedo como estilo de vida.
¿Cómo ser libres del miedo?
Cuando se presenta alguna situación que te genere temor, debemos bloquearlo, echarlo fuera de nuestras vidas en el nombre de Jesús y confesar: “Con Cristo yo sí puedo” (Filipenses 4: 13)
Hay sólo una persona capacitada para escuchar tus miedos; no son tus familiares ni tus amigos, sólo Dios puede atender y librarnos de todos nuestros miedos. “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores” Salmos 34: 4
No hay otra forma de vencer el temor que no sea confrontarlo con la Palabra de Dios.
¿Qué miedo te gustaría traer delante de la presencia de Dios? Él nos ha dado Espíritu de valentía y poder, además cientos de promesas para confiar que Dios tiene preparado lo mejor para nosotros. “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” Jeremías 29. 11
Hoy te invito a que recibas a Jesús como tu Salvador y le abras tu corazón para poder ser libre del pecado y de todo temor, repitiendo esta oración: “Señor Jesús, te recibo hoy como mi Salvador y Señor, quiero caminar contigo y ser libre del miedo desde hoy y para siempre, perdona mis pecados y hazme tu hijo(a), en el nombre de Jesús, amén”
Pastora Adelitza Guzmán.